Alexéi Navalny, líder de la oposición rusa, será enterrado el viernes tras un funeral en Moscú que estará abierto al público, dijeron el miércoles su familia y colaboradores, al tiempo que advirtieron que las autoridades podrían tratar de evitar que la gente asista o forzar la cancelación del servicio fúnebre.
El servicio previsto, en una iglesia en las afueras de Moscú, establece la posibilidad de que se dé una rara muestra de sentimiento de la oposición en la capital rusa, y la portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, aconsejó a las personas que planean asistir que “vengan temprano”. Su viuda, Yulia Navalnaya, advirtió más tarde de que los dolientes podrían ser detenidos.
“Todavía no estoy segura de si será pacífico o si la policía detendrá a quienes han venido a despedirse de mi esposo”, dijo Navalnaya en un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
Dos horas después del anuncio de Yarmysh, otro ayudante de alto perfil de Navalny, Ivan Zhdanov, publicó en la aplicación de mensajería social Telegram que “Putin está soltando a todos sus perros para impedir que el funeral se celebre con normalidad”.
Zhdanov dijo en una entrevista publicada en las cuentas de redes sociales del equipo de Navalny que las autoridades rusas seguían presionando a la familia de Navalny para que solo celebrara un “funeral tranquilo y familiar”. De lo contrario, dijo, el Kremlin amenazaba con “interrumpirlo todo”.
